Tomás no puede dormir porque su cuerpo necesita botar la energía que le quedó del día.
Con la ayuda de una pequeña pelusa que vive debajo de su cama, Tomás y su mamá aprenderán que cada niño tiene necesidades sensoriales únicas a la hora de dormir y que es importante adaptar la rutina de sueño a esas preferencias.
No hay nada de malo si necesitas moverte un poquito antes de encontrar la calma. Solo hay que planear una rutina y enfrentar ese momento con cariño y comprensión.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.